Vertov articula una crítica de la mirada desde el espíritu soviético. En esa época, existía una visión histórica de la narrativa, de la que Vertov y los kinoks se cuelgan para construir una práctica centrada en la investigación de la realidad. Esta visión, que confía en la tecnología como un modo de mejorar el sistema óptico humano (eventualmente el sistema perceptivo) y penetrar así en los ritmos de la vida “tal como es”.
“(…) we are preparing a thoughtout system of these incidents, a system of apparent abnormalities that organize and explore phenomena.” (DV)
“Out with the weekness of the human eye”
“…to induce the viewer to see in a way that is best for me to show. The eye obeys the will of the camera and is directed by it to that sequence of moments of action that best brings out a cinemaphrase, the sequence that raises and lowers dénouement with the greatest brilliance and speed” (DV)
Vertov imaginaba una cine-fábrica, donde kinoks-observadores, kinok-operadores, kinok-constructores, kinoks-montadores, kinoks-técnicos de laboratorio ensamblan una cadena de cine hechos a al servicio de la cine revolución.
