Lectura complementaria: Jean Epstein, La inteligencia de una máquina. Una filosofía del cine.
The cinema is not an art which films life: the cinema is something between art and life. Unlike painting and literature, the cinema both gives to life and takes from it, and I try to render this concept in my films. Literature and painting both exist as art from the very start; the cinema doesn’t. JLG
‘Photography is truth. The cinema is truth twenty-four times per second’. JLG
[I think] the movie is not a thing which is taken by the camera; the movie is the reality of the movie moving from reality to the camera. JLG
“Sea para peor o para mejor, siempre el cinematógrafo, en su registro y su reproducción de un sujeto, lo transforma, lo recrea en una personalidad segunda, cuyo aspecto puede estremecer la conciencia” (JE, 6)
“La imagen de un ojo, de una mano, de una boca, que ocupa toda la pantalla –no solo porque se encuentra agrandada trescientas veces, sino también porque se la ve aislada de la comunidad orgánica– adquiere un carácter de autonomía animal. Ese ojo, esos dedos, esos labios, son ya seres que poseen, cada uno, sus fronteras propias, sus movimientos, su vida, su fin propios. Existen por sí mismos.” (JE, 6)
“Y el cinematógrafo, de repente, describe con una clara exactitud un mundo que va desde su final hacia su comienzo, un antiuniverso que, hasta entonces, el hombre apenas conseguía representarse” (JE, 8)
“Y es el prodigio más impresionante de la máquina de los hermanos Lumière, transformar una discontinuidad en una continuidad; permitir la síntesis de elementos discontinuos e inmóviles, en un conjunto continuo y móvil; realizar la transición entre los dos aspectos primordiales de la naturaleza, los cuales, desde que existe una metafísica de las ciencias, se oponían entre sí y se excluían recíprocamente” (JE, 11)
Niveles de experiencia y conocimiento a partir de Epstein:
Primera apariencia: lo continuo sensible
Segunda apariencia: lo discontinuo de las ciencias físicas
Tercera apariencia: el continuo matemático
Zenón vs El cinematógrafo
La continuidad, falsa apariencia de una discontinuidad
“La animación y confluencia de esas formas se producen, no sobre la película, si sobre el objetivo, sino solamente en el hombre mismo. La discontinuidad sólo deviene continuidad luego de haber penetrado en el espectador. Se trata de un fenómeno puramente interior. En el exterior del sujeto que mira, no hay movimiento, ni flujo, ni vida en los mosaicos de luz y de sombra que la pantalla presenta siempre fijos. Por dentro, hay una impresión que, como todos los demás datos de los sentidos, es una interpretación del objeto, es decir, una ilusión, un fantasma.” (JE, 14).
“El cerebro es la pantalla” G. Deleuze
“Y, de esta carencia de nuestras percepciones, han nacido todas las falsas nociones de una materia sin laguna, de un mundo compacto, de un universo pleno” (JE, 16).
Capas de organización continua y discontinua
“En primer lugar, el cinematógrafo nos ha mostrado, en lo continuo, una transfiguración subjetiva de una discontinuidad más verdadera; luego, ese mismo cinematógrafo nos muestra, en lo discontinuo, una interpretación arbitraria de una continuidad primordial” (JE, 17).
Ese discontinuo y continuo cinematográficos son igualmente falsos, igualmente objetos y conceptos.
“Pero el aparato de filmaciones, fragmentando la continuidad de los gestos de un personaje, ha recortado allí una imagen discontinua, la cual, a causa de su discontinuidad, es falsa y que solo hallará su verdad a condición de ser reintegrada, con la proyección, en su continuidad original” (JE, 18).
“El cinematógrafo nos indica que lo continuo y lo discontinuo, el reposo y el movimiento, lejos de ser dos modos de realidad incompatibles, son dos modos de irrealidad fácilmente intercambiables, dos de esos ‘fantasmas del espíritu’, cuyo conocimiento Francis Bacon hubiera deseado purgar, con el riesgo de no dejar nada en absoluto” (JE, 20).
“Todo espectáculo que es la imitación de una serie de acontecimientos, crea, por el hecho mismo de la sucesión que contiene, un tiempo propio, una deformación del tiempo histórico.” (JE, 21)
https://www.youtube.com/watch?v=vRtmpQS7RE4
“Desde luego, es un instrumento material, pero cuya actuación suministra una apariencia tan elaborada, tan preparada para el uso del espíritu, que se lo puede considerar ya como pensamiento a medias, y pensamiento según las reglas de un análisis y de una síntesis que, sin el instrumento cinematográfico, el hombre hubiera sido incapaz de poner en práctica” (JE, 23)
“La hora, entonces, y el tiempo que ella define, alumbrados y regulados por el dinamismo cósmico, parecían de una realidad muy diferente a la del metro y del espacio: más oscura y más elevada, intangible e inmutable. Ahora bien, el cinematógrafo, laminando el tiempo, mostrando su extrema maleabilidad, la hizo decaer de esas alturas, la redujo al rango de una dimensión análoga a las del espacio” (JE, 25).
El tiempo, ¿no es la primera dimensión? (Para el cineasta: ¡sí!).
“Así, después de habernos señalado la irrealidad de lo continuo tanto como de lo discontinuo, el cinematógrafo nos introduce, y de modo bastante brutal, en la irrealidad del espacio-tiempo” (JE, 29).