“Mi pretensión es crear realmente un cine mexicano, el mexicano de Rulfo. Creo que el cine mexicano debe tener una experiencia propia como la tiene su pintura (…) ¿Cuáles son las barreras para hacer buen cine? No existen esas barreras, son mentiras, considero que el que realmente quiere hacer buen cine lo puede hacer.” Ruben Gamez
“No creo que ningún elemento del cine mexicano pueda servir para formular una estética. Hay que rehacerlo todo, hay que renovar por completo el cine nacional.”
Monsivais: “En 1965 el cadáver pretendió desplazarse, el cine mexicano quiso redimirse. (…) El Concurso nos reveló un fenómeno insólito entre nosotros: un cine vivo, comprometido orgánicamente con la realidad, cuyo primer paso no es hacer un gran arte sino dejar de hacer el ridículo.”
“El cine que hago no le interesa a nadie, porque trabajo esencialmente con imágenes gráficas, literarias, llenas de metáforas y paradojas. (…) Voy a citar a Rulfo porque lo que le pasó a él me pasó a mí también: en una ocasión le preguntaron por qué escribió sus cuentos y su novela, y él contestó: “Yo tenía ganas de leer este tipo de literatura, pero como no la encontré por ninguna parte me puse a escribirla”. La comparación es válida, toda proporción guardada claro; yo no encuentro el cine que quiero ver, entonces lo quiero hacer.”
“No lo conocía. Traté de entrevistarme con él y lo logré, lo convencí para que viera la película a la cual le tendría que poner texto; afortunadamente accedió y me entregó el poema tres días después. Teníamos tres mil pesos para pagarle. Me daba pena pero le dije: “Oiga, maestro, pues nada más tenemos tres mil para pagar su texto, eso es todo lo que tenemos”. Él no lo quería aceptar, me dijo: “Yo no voy a cobrar por esto”. Una noche, Rulfo y yo estábamos en Insurgentes, él se volteó y yo le metí los tres mil pesos en la bolsa trasera del pantalón.”
“Se llama Tequila porque es más como decir México. (…) Si hay una película mexicana es mi película, porque en ella está la expresividad del pueblo mexicano.”
La fórmula secreta
iUstedes dirán que es pura necedad la mía,que es un desatino lamentarse de la suerte,y cuantimás de esta tierra pasmadadonde nos olvidó el destino
La verdad es que cuesta trabajoaclimatarse al hambre
Y aunque digan que el hambrerepartida entre muchostoca a menos,lo único cierto es que aquítodosestamos a medio moriry no tenemos ni siquieradónde caernos muertos
Según pareceya nos viene de a derecho la de malas.Nada de que hay que echarle nudo ciegoa este asunto.Nada de eso.Desde que el mundo es mundohemos andado con el ombligo pegado al espinazoy agarrándonos del viento con las uñas.
Se nos regatea hasta la sombray a pesar de todoasí seguimos:medio aturdidos por el maldecido solque nos cunde a diario a despedazos,siempre con la misma jeringa,como si quisiera revivir más el rescoldo.Aunque bien sabemosque ni ardiendo en brasasse nos prenderá la suerte.
Pero somos porfiados.Tal vez esto tenga compostura.
El mundo está inundado de gente como nosotros,de mucha gente como nosotros.Y alguien tiene que oírnos,alguien y algunos más,aunque les revienten o rebotennuestros gritos.
No es que seamos alzados,ni le estamos pidiendo limosnas a la luna.Ni está en nuestro camino buscar de prisa la covachao arrancar pa’l montecada que nos cuchilean los perros.
Alguien tendrá que oírnos
Cuando dejemos de gruñir como avispas enenjambre,o nos volvamos cola de remolino,o cuando terminemos por escurrirnos sobrela tierracomo un relámpago de muertos,entoncestal veznos llegue a todosel remedio.
ii
Cola de relámpago,remolino de muertos.Con el vuelo que llevan,poco les durará el esfuerzo.Tal vez acaben deshechos en espumao se los trague este aire lleno de cenizas.Y hasta pueden perderseyendo a tientasentre la revuelta obscuridad.
Al fin al cabo ya son puro escombro.
El alma se la han de haber partido a golpesde tanto potreones a la vida.Puede que se acalambren entre las hebrasheladas de la noche,o el miedo los liquideborrándoles hasta el resuello.
San Mateo amaneció desde ayercon la cara ensombrecida. Ruega por nosotros.
Ánimas benditas del purgatorio. Ruega por nosotros.
Tan alta que está la noche y ni con qué velarlos. Ruega por nosotros.
Santo Dios, Santo Inmortal. Ruega por nosotros.
Ya están todos medio pachiches de tanto que el solles ha sorbido el jugo. Ruega por nosotros.
Santo san Antoñito. Ruega por nosotros.
Atajo de malvados, punta de holgazanes. Ruega por nosotros.
Sarta de bribones, retahíla de vagos. Ruega por nosotros.
Cáfila de bandidos. Ruega por nosotros.
Al menos éstos ya no vivirán calados por el hambre.
“Un hombre o un niño que se muera de hambre o de enfermedad en nuestros días no puede ser espectáculo que nos haga esperar a que mañana o pasado mañana, el hambre y la enfermedad desaparezcan por gravitación. En este caso inercia es complicidad; conformismo es incidencia con el crimen” (Álvarez, 1988: s/p). |
“En una realidad convulsa como la nuestra, como la que vive el Tercer Mundo, el artista debe autoviolentarse, ser llevado concientemente a una tensión creadora en su profesión. Sin preconceptos, ni prejuicios a que se produzca una obra artística menor o inferior, el cineasta debe abordar la realidad con premura, con ansiedad” (Álvarez, 1988: s/p). |
“Sin plantearse ni ‘rebajar’ el arte ni hacer pedagogía, el artista tiene que comunicarse y contribuir al desarrollo cultural de su pueblo; y sin dejar de asimilar las técnicas modernas de expresión de los países altamente desarrollados, no debe dejarse llevar tampoco por las estructuras mentales de los creadores de las sociedades de consumo” (Álvarez, 1988: s/p). |
“La libertad es necesaria a toda actividad intelectual, pero el ejercicio de la libertad está en relación directa con el desarrollo de una sociedad. El subdesarrollo, subproducto imperialista, ahoga la libertad del ser humano. El prejuicio, a su vez, subproducto del subdesarrollo; el prejuicio prolifera en la ignorancia. El prejuicio es inmoral, porque los prejuicios agreden injustamente al ser humano. Por las mismas razones, inmorales son el conformismo, la pasividad, la burbuja intelectual” (Álvarez, 1988: s/p). |
“Arma y combate son palabras que asustan, pero, el problema es compenetrarse con la realidad, con su pulso… y actuar (como cineasta). Así se les pierde el miedo a las palabras cargadas de contenido peyorativo, en las que muchas veces el creador se enajena. Hay que rescatar conceptos de posiciones ante la realidad y el arte que han salido mal paradas por deformaciones burocráticas. El temor a caer en lo apologético, el ver el compromiso del creador, de su obra, como arma de combate en oposición al espíritu crítico consustancial con la naturaleza del artista, es sólo un temor irreal y en ocasiones pernicioso. Porque armas de combate para nosotros lo son tanto la crítica dentro de la Revolución como la crítica al enemigo, ya que ellas en definitiva representan ser tan sólo variedades de armas de combate.Dejar de luchar contra el burocratismo dentro del proceso revolucionario es tan negativo como el dejar de luchar contra el enemigo por fobias filosóficas paralizadoras” (Álvarez, 1988: s/p). |
“No creo en el cine preconcebido. No creo en el cine para la posteridad. La naturaleza social del cine demanda una mayor responsabilidad por parte del cineasta. Esa urgencia del Tercer Mundo, esa impaciencia creadora en el artista producirá el arte de esta época, el arte de la vida de dos tercios de la población mundial. En el Tercer Mundo no hay grandes zonas de elites intelectuales ni niveles intermedios que faciliten la comunicación del creador con el pueblo. Hay que tener en cuenta la realidad en que se trabaja. La responsabilidad del intelectual del Tercer Mundo es diferente a la del intelectual del mundo desarrollado. Si no se comprende esa realidad se está fuera de ella, se es intelectual a medias. Para nosotros, no obstante, Chaplin es una meta, porque su obra llena de ingenio y audacia conmovió tanto al analfabeto como al más culto, al proletario como al campesino” (Álvarez, 1988: s/p). |
“La eficacia artística y política de una obra cinematográfica reside fundamentalmente en la clara posición ideológica con que ha sido realizada, porque en definitiva la forma se hace hermosa cuando se basamenta en un contenido hermoso y no se es artista revolucionario si se produce un divorcio entre contenido y forma. Me parece oportuno recordar que ya en el siglo pasado nuestro Héroe Nacional José Martí, señaló «tanto tiene el periodista de soldado…», porque en definitiva somos los periodistas cineastas los encargados de ofrecer al mundo de hoy, donde se debaten problemas fundamentales de vida o muerte, de liberación nacional o de imperialismo, una información de esta lucha. Y nuestro trabajo será cada vez más importante y cada vez más decisivo, si asumimos como un combate, como soldados nuestra función y nuestra labor…” (Álvarez, 1978: s/p). |
“A los que ha tocado realizar trabajo cinematográfico en esta parte del mundo, en esta América Nuestra, nos ha tocado también el privilegio de vivir un mundo en transformación y la función del cine, del periodismo es registrar todos y cada uno de los acontecimientos de esta época; de ahí también que hayamos estado en Asia y África. Porque como también dijo Martí: ‘Patria es Humanidad'” (Álvarez, 1978: s/p). |
“Hay en América Latina más de 200 millones de analfabetos, llegar e informar de sus problemas no puede ser tarea para mañana, es tarea de hoy y el cine, poderoso medio de comunicación, capaz de borrar barreras idiomáticas, limitaciones culturales y educacionales, tiene que cumplir ese papel. En este contexto de explosión tecnológica, de satélites que para bien o para mal llenara nuestros cielos, una buena imagen vale por mil palabras y es que la universalidad lograda a través del cine ha permitido y permite cada vez más una ampliación de la comunicación y contribuye de manera particular a crear una memoria visual en el espectador” (Álvarez, 1978: s/p). |
“A la versión deformada y colonizada que el enemigo pretende perpetuar como verdad histórica hay que oponer vigorosamente nuestra obra. En el rescate de la identidad nacional, el periodismo cumple un papel decisivo, llámese periodismo cinematográfico o periodismo escrito” (Álvarez, 1978: s/p). |